El pintor leonés Álvarez Barthe expone en la sala Floridablanca del Escorial
El artista leonés Adolfo Álvarez Barthe La exposición se titula El retiro del rey , y pertenece a uno de los artistas leoneses con más fundamentos pictóricos, Adolfo Álvarez Barthe. La presenta en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial, concretamente en la sala Florida Blanca de la casa de la cultura, una sala monumental que fue construida por el mismo arquitecto del Escorial, el famoso Juan de Herrera. Álvarez Barthe repite en ella su hacer cuidadoso, se muestra una vez más seguidor fiel de las técnicas empleadas por los artistas de la antigüedad. Y repite también una temática plagada de símbolos.
«En esta exposición -dice el pintor- trato el tema de esos grandes personajes españoles que, en ocasiones, se retiran hasta de la historia, como Felipe II, Carlos V¿ esos que se esconden antes de irse definitivamente. Mis cuadros, también en esta ocasión, están llenos de símbolos. Son tronos desocupados, estancias palaciegas deshabitadas y también reyes que asoman por los márgenes de los lienzos».
La sala es de enormes dimensiones y artista hay tenido que trabajar duro para conseguir llenar sus paredes.
«En la muestra hay 35 cuadros, todos ellos regidos por un símbolo que ya vengo utilizando en otras exposiciones de los últimos tiempos, esa barca que transporta algo inmóvil, una columna que adquiere el movimiento de la propia embarcación. Es un símbolo que se repite desde la época de los faraones hasta bien entrado el siglo XVIII, un transitar hacia occidente hasta morir con el sol, para volver a renacer después por el este».
La colección de obras que Álvarez Barthe ha llevado a la localidad madrileña, hay que leerla con sumo cuidado, porque incluye innumerables citas, un sin fin de de connotaciones con la historia, buenas dosis de ironía y una fuerte relación con un mundo mágico apenas insinuado por el artista.
«La exposición puede parecer un poco fúnebre, mortuoria, que algo de ello tiene, pero encuentra la salvación en el este, en el sol de la mañana, el que aparece después de efectuar su viaje nocturno por las tinieblas», asegura.
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