27/04/2021 Adolfo Álvarez Barthe:
"Ha salido una serie compacta y expresiva" VICENTE GARCÍA. LA NUEVA CRÓNICA

El artista leonés expone su ‘Zodiaco peregrino’ en el Museo Etnográfico Provincial de Mansilla de las Mulas.

 

Adolfo Álvarez Barthe es un artista de una trayectoria singular con referencias a la historia de nuestro país y un estilo peculiar en el que entrelaza ideas, conocimientos, tradiciones, aludiendo a textos literarios de la narrativa universal.

 

Su ‘Zodiaco peregrino’ hace alusiones a las divinidades mitológicas grecorromanas, a los bestiarios, a los cultivos agrarios, las aves, los mapas escolares, las formas geométricas las constelaciones, en particular la Vía Láctea y sobre todos los contenidos de cada uno de los símbolos del Zodiaco.

 

Como el propio autor nos dice: «Esto nace de un proyecto impulsado por la Asociaciación del Camino de Santiago de León que pensaban en cómo celebrar el Año Santo Jacobeo. A mí se me ocurre esta exposición, ellos la aceptan, la van a mover, van a traer aquí a mucha gente. Y Luis García ha colaborado en la elección de la sala, que es perfecta, así como el montaje realizado junto con Germán».

 

Nace ahí y tardó año y medio en hacer los cuadros, desde noviembre de 2018 hasta junio de 2020. En esa época no se podían hacer exposiciones y ahora hay una posibilidad y aquí está. Después irá a las distintas ciudades gallegas y al Museo de León.

 

La exposición se compone de doce tablas circulares de 80 cm de diámetro distribuidas en cuatro grupos de tres de acuerdo con las estaciones del año y una pieza central sobreelevada en forma anular con el diámetro interior de la misma medida «que integra estos círculos, que se meten dentro de ese vacío y al meterse se dan la vuelta igual que en Dante cuando llega al cielo cristalino y eso se convierte en otra esfera para llegar al Paraíso», nos dice el autor a la vez que sus manos y sus dedos se entrelazan explicando esa unión entre los diferentes elementos de su obra.

 

Cada uno de los elementos está representado por su forma geométrica respectiva y coincide en ella. Para el fuego usa el tetraedro, para el aire el octaedro, para la tierra el hexaedro y para el agua el icosaedro. Además se utilizan las cosechas propias de cada estación, así como un bestiario, los planetas y las constelaciones que rigen el signo.

 

Por ejemplo en la tabla del escorpión vemos que rige los órganos sexuales y por ello hay una vulva y un pene, el planeta es Marte, representado por el dios clásico del mismo nombre, también se puede ver a Santiago en la barca, una pieza de Sargadelos, porque como es de agua llega en barco por el mar. Cuenta Adolfo: «es una mezcla, solamente de los símbolos cristianos y lo clásico, aunque hay mucho del islam, judío…, todo ello entrelazado, en un tejido que le viene muy bien el temple, porque en el temple se pueden unir muchas cosas que no se pueden unir con óleo, entonces te sale una cosa excelente. Mi miedo era que te fuera cambiando la idea, la mano y hasta el color, porque los temples tienen una parte aleatoria y no pudiera ser una serie, pero me sujeté muy bien y ha salido una serie compacta y expresiva. Y el montaje en esta sala es perfecto».

 

«Libra, regida por el planeta Venus, con un octaedro, símbolo de aire, por eso hay pluma, el fondo debe ser algo equilibrado y es una ventana de la catedral antigua de Salamanca. He metido el bestiario, que es muy importante en el Camino de Santiago, y el cuervo tiene que ver con Apolo, que tiene que ver con el mundo clásico y aquí van entremezclando varias tradiciones dentro del Camino de Santiago y otros símbolos como el cruceiro, que aparece también en Tauro, aunque allí cortado, para hacer la Tau, aquí como el equilibrio y por último, la mano o la figa». Una forma peculiar de comentar una tabla cargada de simbología de todo tipo con superposiciones y veladuras con fondos en tonos fríos, como muestra del contenido y forma de su obra.

 

El autor ha trabajado en soledad a lo largo de estos últimos años y como él mismo afirma: «Yo necesitaba ya mi público». El tema para él es importante y se encuentra en su línea pictórica. Él mismo lo explica así: «Estoy muy contento de mi trabajo porque un zodiaco entra dentro de mis ideas, y de mi forma de pensar, como también tengo que hacer un tarot». Un proyecto para un futuro que puede que esté próximo.

 

Hasta el 13 de junio se podrá contemplar esta exposición y si algún grupo de entre ocho y doce personas desea que el autor lo explique lo hará gustosamente.

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