El artista lleva a la ciudad italiana un original homenaje a la mujer

Adolfo Álvarez Barthe es pintor de ensueños. De misterios que se ocultan tras mil y una veladuras. Pero, además, es un artista con enormes fundamentos culturales. En cada una de sus pinceladas, que en ningún caso son casuales, se esconde una cita histórica, un recuerdo literario, una vivencia que sólo él es capaz de retratar.

Conociéndole no sorprende la originalidad de sus últimas pinturas. En ellas, rostros inolvidables de grandes estrellas cinematográficas se muestran escondidos tras sugerentes velos. Unas veces en solitario, otras compartiendo espacio con sus oponentes masculinos. Es un juego de óvalos de pequeño formato en los que el artista manifiesta un incipiente cambio de estilo, una afortunada evolución.

Una decena de obras será su aportación a la Affordable Art Fair, de Milán, donde los italianos, que son grandes comerciantes, intentan hacer un evento artístico cuyas características se adapten a los tiempos de crisis, con obras de pequeños formatos que permiten precios ajustados.

«Esta es -nos cuenta el artista- una feria que nació hace cuatro años con la crisis en pleno funcionamiento. Ello la lleva a tener un formato distinto, son menos días y han establecido un tope en el precio de las obras. Con ello han conseguido mantener en Milán una feria importante de arte contemporáneo». El evento se celebrará entre los días 6 y 9 de marzo.

Divas italianas

Álvarez Barthe acude con la galería madrileña Cuorum, «Llevo -dice-nueve piezas ovales, un nuevo tipo de obra que estoy haciendo y que son, simplemente, un homenaje a la mujer. A la mujer que cantó Dante en sus versos, a la que ha reflejado Goethe en sus escritos, a la mujer occidental. Viven muy alejadas de las mujeres almodovarianas que están en el extremo contrario de los modelos que he escogido. Me valgo de iconos que todos conocemos como son las divas del cine italiano, que aparecen sesgadas en un formato con el que intento adaptarlas una idea, creo que hay un importante ingrediente conceptual en estas obras».

No ha querido Barthe cambiar por completo su forma de entender la pintura, aunque en este caso ha empleado unos colores diferentes. «He trabajado -asegura-. Con temples vinílicos que se adaptan mucho mejor a este tipo de pequeño formato y en ningún caso he descuidado cualquier aspecto técnico. En mi aportación a la feria hay dos temas bien definidos que titulo, Amantes separados y Divas retratadas solas. Estas pinturas están siempre concebidas desde un punto de vista poético que se refleja en una perla, una mirada, un velo… esas cosas que siempre han acompañado en la tradición cultural occidental a la mujer».