La Casa de Austria, la dinastía de los Habsburgo españoles, que gobernó el país durante casi 200 años, ha sido retratada por el pintor ADOLFO ÁLVAREZ BARTHE. Cinco monarcas, cuatro reinas y el rey que no fue, don Juan de Austria. Además, los 17 fundadores de las capitales hispanoamericanas y de algunas ciudades de los Estados Unidos; algo insólito para la época: cuatro mujeres que intervinieron en la conquista; y más todavía: un hombre de raza negra, conquistador y colonizador; mapas de la época, evocando al Imperio mundial; el conde-duque de Olivares, como modelo del político de entonces; el lema de los austriasacompañando a la figura de Felipe II y hasta un gato ataviado con armadura del siglo XVI, ensayando el arte del disimulo; táctica en toda empresa conquistadora. En total: 43 pinturas todas ellas en temple sobre tabla y papel.
REYES Y REINAS
Una serie de 9 piezas en temple sobre tabla, con medidas de 162x15 cms., representando a Carlos I de España y V de Alemania, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Las consortes de estos monarcas que dieron un hijo rey, y que están enterradas con ellos en la cripta del Monasterio del Escorial, también las ha representado Álvarez Barthe en idénticas técnica y medidas: Isabel de Portugal, Ana de Austria, Margarita de Austria y Mariana de Austria.
El único rey sin consorte es Carlos II, último de la dinastía, que, como sabemos, no tuvo descendencia.
Álvarez Barthe llama a tan particular medida (162x15 cms.) Tótems.
FUNDADORES DE AMÉRICA
Durante este periodo, llamado austracista, se fundaron la mayoría de las ciudades de Hispanoamérica, incluidas algunas de los actuales Estados Unidos. Álvarez Barthe ha pintado también los retratos de algunos de los fundadores de las capitales de los países, además de los de San Agustín (Florida), Socorro y Santa Fe (Nuevo México). Un total de 16 personajes, de los que hay retratos y en los cuales el pintor se ha basado para hacer su particular interpretación.
Estos fundadores son los siguientes:
- Francisco Pizarro. Fundador de Lima, Perú.
- Gonzalo Giménez de Quesada. Fundador de Santa Fe de Bogotá, Colombia.
- Hernán Cortés. Fundador de Ciudad de México.
- Alonso de Mendoza. Fundador de La Paz, Bolivia.
- Diego de Losada. Fundador de Caracas, Venezuela.
- Diego Velázquez de Cuéllar. Fundador de La Habana, Cuba.
- Pedro de Valdivia. Fundador de Santiago de Chile.
- Francisco Hernández de Córdoba. Explorador de Yucatán.
- Juan de Garay. Fundador de Buenos Aires, Argentina.
- Juan de la Cueva. Fundador de Tegucigalpa, Honduras.
- Juan Oñate. Fundador de Socorro, Nuevo México, Estados Unidos.
- Juan de Salazar. Fundador de Asunción, Paraguay.
- Pedro Arias Dávila. Fundador de Ciudad de Panamá.
- Pedro de Alvarado. Fundador de Ciudad de Guatemala.
- Pedro Menéndez de Avilés. Fundador de San Agustín, Texas, Estados Unidos.
- Sebastián de Belalcázar. Fundador de Quito, Ecuador.
- Hernando de Soto. Fundador de Santa Fe, Nuevo México, Estados Undidos.
Todos estos retratos de fundadores están realizados en temple sobre tabla, con unas dimensiones de 50x8 cms. Los que Álvarez Barthe denomina, cetros.
MUJERES EN LAS FUNDACIONES
Algo insólito en la historia de las fundaciones fue la presencia de mujeres. Pero las hubo y de capital importancia como es el caso de doña Marina, más conocida como La Malinche, amante y traductora de Hernán Cortés en toda la epopeya de la conquista y fundación de Ciudad de México.
Al lado del fundador de Santiago de Chile, Pedro de Valdivia, estuvo otra mujer excepcional llamada Inés Suárez. Y lo fue por su arrojo, poco permitido a las mujeres de la época, de embarcarse hacia las Indias. Fue en busca de su primer marido, pero éste había muerto en una batalla. Estuvo al lado de Pedro Valdivia en toda la gesta conquistadora y fundadora de Santiago de Chile.
La monja alférez, como se conoció a la vasca Catalina de Erauso, tuvo mucho más que arrojo viajero. Comandó tropas, se enfrentó tanto a indígenas como a españoles insurrectos, compartiendo con los hombres de la época todas las luces y sombras, miserias y desgracias propias de la empresa conquistadora y fundadora, sobre todo en Chile y Argentina.
Isabel de Guevara cierra la serie femenina retratada por Álvarez Barthe. Consta en anales como cofundadora de la ciudad de Buenos Aires con Pedro de Mendoza, el segundo de los fundadores. El primero fue Juan de Garay, sí plasmado por nuestro pintor en esta serie.
Estas 4 mujeres también están representadas en cetros, con las mismas medidas de 50x8 cms. y en temple sobre tabla.
UN NEGRO EN LA CONQUISTA DE AMÉRICA
Los negros (dicho así, sin complejos falsamente progresistas) fueron esclavos durante la mayor parte de la presencia española en América. Hasta aquí nada de particular, teniendo en cuenta la época. Pero que un africano haya estado combatiendo codo a codo con los españoles no deja de llamar la atención. Se trató de Juan Garrido, un hombre nacido en algún punto de África que se trasladó a Portugal; allí se bautizó, después pasó a América y participó en las conquistas de Cuba, Florida, Puerto Rico, Dominica, Guadalupe y Tenochtitlán. Tuvo una granja en Coayacán, siendo uno de los primeros en cultivar trigo en el Nuevo Mundo.
MAPAS
La colección incluye 9 mapas evocando al Imperio español de la época, con la Península como punto central y eje vertebrador. Composición en temple sobre y de unas mediadas de 50x70 cms. cada mapa.
OTROS CUADROS
Otra pieza de singular importancia, es la que representa al Conde Orgaz, como símbolo de la Casa de Austria y su lema “a tuerto o a derecho, nuestra casa hasta el techo”. Se pretende con esto redondear el esplendor de la época, aunque sea con una figura que representa a un personaje muerto. También en temple sobre y tabla y de medidas 120x80 cms.
Hemos considerado importante la presencia del Conde-Duque de Olivares, por estar situado históricamente en un punto álgido del periodo austracista. Es por ello que Álvarez Barthe también ha realizado un cuadro de don Gaspar cuyas medidas son 50x50, así mismo en temple sobre tabla.
Como curiosidad y hasta nota humorística, la serie incluye un gato con armadura del siglo XVI, en la misma técnica y con unas medias de 80x80.