El pintor leonés Adolfo Álvarez Barthe se ha dejado seducir por el lenguaje de las aves para atrapar las formas invisibles de la realidad en su última serie ‘Simurg’, inspirada en la obra ‘El coloquio de los pájaros’ del poeta sufí Farid al-Din Attar. Hasta el próximo 15 de abril el Centro Cultural Buena Vista (Madrid) muestra el relato que ha concebido sobre este profundo poema, considerado una metáfora de la búsqueda de la espiritualidad.
Dice el pintor leonés que las migraciones de los relatos de aves han producido en la literatura los frutos más exquisitos. “Occidente recogió estos saberes y no han cesado las migraciones de los relatos de aves entre Europa, África y Asia”. Uno de ellos es, sin duda, ‘El coloquio de los pájaros’, del poeta persa del siglo XIII Farid al-Din Attar, un gran admirador de las enseñanzas sufíes y el mismo, según le describió el historiador literario Muhammad Awfi, “un sufí piadoso y buen poeta místico”.
Adolfo Álvarez Barthe ha elegido este poema sufí, de gran relevancia en el misticismo islámico, para construir el relato de ‘Simurg’, título de esta nueva serie que presenta en el Centro Cultural Buena Vista, de Madrid. El poema describe el camino sufí hacia la iluminación a través de una metáfora; el viaje que tienen que realizar los pájaros para buscar a su rey ‘Simurg’. Y para ilustrar el camino interior y espiritual descrito en el bellísimo relato de Farid al-Din Attar, Barthe utiliza el lenguaje formal que le caracteriza, poblado de elementos arquitectónicos y símbolos. “En el Islam los pájaros han sido importantes símbolos espirituales cuyo lenguaje, según el Corán, fue revelado al sabio rey Salomón. El sufismo hizo buen uso de todos estos símbolos y configuró un mapa del universo donde lo visible y lo invisible podía cantarse”.
‘El coloquio de los pájaros’. Adolfo Álvarez Barthe
Como es habitual en su pintura, utiliza el temple, una técnica muy apropiada para el empleo de las veladuras en la representación de las imágenes. “La técnica del temple sobre tabla y papel permite que todas las tradiciones y oficios que han ilustrado tan magno poema puedan nuevamente sumarse sin estridencias”.
El lenguaje de las aves aflora bajo las capas de pintura, y el pintor narra su búsqueda tras los versos del poeta. “Los cuellos, los picos y los gestos de las inquietantes cabezas de las aves casi se convierten en letras que construyen un texto pictórico. Los atrevidos formatos de algunas de estas obras indican los episodios espirituales del camino emprendido por los pájaros para encontrar a su rey Simurg y, con él, su redención”.
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