25 de junio de 2013 BARTHE Y RUBIÉS NOS CUENTAN UN CUENTO SOBRE FELIPE II Camino Sayago. tamtampress.es

El pintor leonés Adolfo Álvarez Barthe y el historiador catalán Joan Pau Rubiés se han embarcado en un proyecto a cuatro manos que ha dado como fruto el libro, “Felipe II y la mujer más fea de Francia”. Un cuento de Rubiés, ilustrado por Barthe que muestra un periodo de la historia con grandes cambios, y la figura de un rey que dominó el mundo de su época. Publicado por menoslobos-taller editorial, es el segundo trabajo de esta editorial leonesa y está concebido como un libro objeto, un cooffe-table book, según la acepción anglosajona. Este 26 de junio se presenta en Madrid en la librería del Centro; el 2 de agosto en El Escorial y en octubre en el Museo de León.

 

El libro es bilingüe, en inglés y español y a dos columnas, en referencia al emblema del padre de Felipe II, las dos columnas plus ultra. Las ilustraciones también están divididas en dos, realizadas en temple sobre papel (temples vinílicos) y su medida original es de 30×30 cm. “Es un libro muy meditado y con un diseño muy cuidado, porque el editor es muy exigente en su factura. La portada se centra en el ojo de Felipe II,  un ojo que sugiere que algunos de sus sentidos están dormidos. No tiene gusto, no huele, pero sí escucha todo y tiene un ojo inquisitivo”. Adolfo Álvarez Barthe matiza que la elaboración ha sido muy minuciosa y ha supuesto un proceso lento de casi nueve meses y que el autor, Joan Pau Rubiés, ha quedado encantado con el resultado. “Jean Pau dice que el libro es lo que los ingleses denominan cooffe-table book, un libro objeto, para exhibir sobre una mesa”. Autor e lustrador lo presentarán este 26 de junio en Madrid, en la librería del Centro; el 2 de agosto en El Escorial, en las Casas de Oficios Juan de Herrera, coincidiendo con la feria del libro de esta localidad y, más adelante, en octubre, ya entrado el otoño, en el Museo de León.

 

El cuento nació como relato oral y fue contado por el autor por primera vez en versión catalana a sus hijas en una visita a El Escorial en el verano de 2009. “Joan Pau Rubiés, estudió conmigo en Barcelona. Hacía muchos años que no nos veíamos y coincidimos en El Escorial, donde él estaba de visita con su familia. El último día de estancia contó un cuento a sus hijas donde salía Felipe II, un pintor y El Escorial. Tiempo después me acordé del cuento, que me parecía muy hermoso y surgió la idea de ilustrarlo y de editarlo”.

 

Es una fábula y aunque muchos personajes y lugares son reales, no es pretensión del autor la fidelidad histórica en la narración de las circunstancias. “El cuento es una fábula. Evidentemente esto no ha ocurrido pero se basa en parte en un hecho real: Felipe II para librar de los impuestos a los españoles decide sellar un tratado de paz con Francia y en su transcurso tiene que casarse con la princesa francesa Isabel de Valois. Hasta aquí todo es real. Pero el conde de Chinchón, personaje ficticio, es muy belicoso y no quiere que se firme la paz. Entonces acude a Paris con el pintor encargado de realizar el retrato de Isabel de Valois, que en esta fábula se llama Alonso Sánchez, y que en la realidad fue Alonso Sánchez Coello, y además de retratar a Isabel también retrata a la mujer más fea de Francia, por orden del conde de Chinchón. El objetivo es entregarle a Felipe II ese cuadro y que el pobre viendo esa cosa no se case y sigan las guerras. Así empieza el cuento. Es el punto de partida y como el cuento está creado por un historiador, sí se aprecia lo que era la monarquía hispánica y cómo era el rey. Se ve esta cosa gracianesca  del disimulo, y se nota que quién ha escrito el cuento ha leído a los autores del XVI español y conoce muy bien la monarquía hispánica”.

 

Las ilustraciones obedecen al mismo criterio, según Adolfo Álvarez Barthe. “Ilustran una fábula, es fabulado, y sí que es verdad que solo he utilizado imágenes que ya existían, retratos que ya se habían hecho. Son copias de copias, de copias. Lo que pasa que ordenadas en espacios distintos. Y lo he querido hacer así por una sencilla razón, porque los retratos del siglo XVI de Felipe II e Isabel de Valois eran laudatorios, hagiográficos, y los que se pintan en el siglo XIX  y en el XX son más críticos. Tanto unas imágenes como otras han sido utilizadas en una nueva gramática para ilustrarlo. En realidad es como un minímal barroco, si es posible eso. Si te das cuenta, las imágenes se utilizan más de una vez. Por  ejemplo se amplían detalles de una ilustración para dar forma a otra. Son unidades mínimas de imágenes que se van repitiendo y van creando, como en las óperas de Philip Glass. Por eso digo que las ilustraciones se basan en imágenes ya existentes, por supuesto que sacadas de contexto y con otra gramática. Son imágenes existentes que aquí se juntan con la teoría del mínimal.  Luego también es muy operístico, está ordenado matemáticamente. La primera ilustración es como un escenario de ópera y la última imagen del cuento también. Es algo entre mínimal y teatral. Escenográfico y teatral como lo fue el siglo XVI”.

 

“La música en tiempos de Felipe II” y sobre todo “Don Carlo”, de Verdi, han acompañado a Adolfo Álvarez Barthe en esta aventura. “A Verdi le debo desde la primera a la última ilustración de este libro. Me encanta esa ópera porque el libreto es disparatado, trata de Don Carlo, la historia del hijo de Felipe II que murió. Verdi muestra a un Felipe II muy siniestro y tirano, pero que es un pozo de sicología, con registros sicológicos plurales”.

El siglo XVI

 

El nexo común de este proyecto no es otro que la Historia y en concreto el siglo XVI, una etapa que une a ambos autores, escritor y pintor,  y que desvela su procedencia, ya que ambos son historiadores. “Joan Pau es historiador y sobre el siglo XVI ha investigado y meditado mucho. Y yo soy un hombre que mi comercio con El Escorial y la figura de Felipe II  es antiguo e intenso. De hecho algunas exposiciones que he realizado en El Escorial las he dedicado a esta temática, como la que hice en 2009, en las Casas de Oficios del Escorial, bajo el título Yo, el Rey”.

 

Barthe insiste en que Felipe II ha sido retratado en numerosas ocasiones y, de alguna manera, con este trabajo quería dejar constancia de este hecho. “Alonso Sancho Coello y Antonio Moro lo pintaron muchas veces y se hicieron numerosas copias de sus cuadros. El retrato en aquella época tenía una gran valor de uso y  yo he querido rescatar en este libro ese valor de uso que en realidad es un tratado sobre el disimulo, sobre el arte de gobernar disimulando. No sobre la hipocresía, porque el disimulo es una cosa muy maquiavélica, pero como es tan burdo todo lo que rodea a nuestros gobernantes actuales quería que este libro transmitiera algo sobre la cultura de gobernar”.

 

La Historia

 

El interés por la Historia le viene de lejos a Barthe  y nos recuerda que el siglo XVI, la época en la que está ambientado el cuento, fue una época convulsa, sobre todo en el momento que le tocó reinar a Felipe II. Un periodo de enormes cambios y aunque la modernidad se inauguró a finales del XV y principios del XVI, cuando le tocó gobernar a Felipe II había muchos puntos débiles y había que acometer reformas. “A mí me gusta explicarlo ahora de la siguiente manera: creo que una de las causas más graves de lo que ahora se ha dado en llamar la crisis, es el anclaje en la actualidad. Tanto el anclaje en lo económico, ósea  saquear los recursos de los próximos cincuenta años para que lo disfrute la actualidad, como en lo cultural, como en lo histórico. No es bueno que la actualidad sea una prisión, porque pudre muchas cosas del futuro y de la vida. Por eso me gusta la Historia, porque la Historia da otras perspectivas y, aunque pueda parecer lo contrario, la Historia es menos prisión que la actualidad “.

 

Sobre la figura de Felipe II hay muchas y variadas visiones. “Se le ha tratado como un hombre oscuro, oblicuo. Lo cierto es que practicaba eso que se llamaba el disimulo. Y sobre El Escorial  también se ha hablado mucho. Su arquitecto, Juan de Herrera, utiliza fórmulas nigrománticas y exotéricas que aplica a su construcción, aunque creo que eso es una moda. Creo que sí existen maneras de construir que pueden ser más o menos secretas, pero no son mágicas. Pienso que hay una moda y lo mejor de esa moda es que realmente va a llevar a la gente a la Historia”.

 

Pero insiste que es una figura muy actual. “Disipada ya la leyenda negra, los historiadores han biografiado otra vez al personaje y le muestran como un buen gobernante, hay más luces que sombras. Fue un hombre que heredó un vastísimo imperio en un mundo muy global y que gobernó con los medios que tenía a su alcance. Yo creo que es una figura que debe revisitarse ya que proporciona claves, primero sobre España y muchas claves sobre el diálogo con otras religiones y con el mundo financiero”.

 

Felipe II quiso apartarse del tiempo, de la Historia y ser inmortal. Y aunque prohibió que se escribiese su propia biografía, ahora es único y ha ganado la partida de la inmortalidad. “En las últimas películas sobre su figura, como es el caso de Elizabeth, se le presenta como un tontín. Puedo entender que le muestren como siniestro, hasta bueno pero no tonto… fue dueño del mundo durante al menos cincuenta años”.

 

Presentación del libro:

• 26 de Junio. 20,00 horas. Centro de Arte Moderno/Librería del Centro. C/ Galileo, 52. Madrid.

• 2 de agosto. Casas de Oficios Juan de Herrera, en El Escorial, coincidiendo con la feria del libro de esta localidad.

 

 

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